Las grandes empresas piden mayor seguridad jurídica para invertir y esperarán hasta 2017
Antes de lanzarse a concretar nuevos desembolsos, las compañías quieren ver cómo el Gobierno atraviesa el primer semestre. Arreglar con los holdouts es clave
Las concretadas visitas del primer ministro italiano, Matteo Renzi; y del presidente de Francia, François Hollande, así como la programada para fin de mes del mandatario de los Estados Unidos, Barack Obama, reimpulsaron las relaciones bilaterales, políticas y económicas, con la comunidad internacional. El cambio de rumbo planteado por el gobierno de Mauricio Macri y su vocación por reinsertarse en el mundo despertó un fuerte interés de sus pares y también en las empresas, que ya comienzan a mirar con otros ojos a la Argentina. Pero por ahora sólo observan. El año de las inversiones, si todo marcha bien, será 2017, coinciden empresarios y analistas.
A las compañías no les alcanza con que haya cambiado el gobierno y que Macri se muestre más amigable con el sector privado. Aplaudieron decisiones como la eliminación del cepo cambiario, la quita de las retenciones a las economías regionales y a la minería; la recomposición tarifaria para la energía eléctrica y el desmantelamiento del sistema de Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI), pero estas señales no son suficientes como para que las empresas decidan ingresar dólares al país para invertir.
Macri deberá sortear este año varios temas clave para garantizar que podrá corregir los desequilibrios internos y ganar credibilidad. El conflicto con los holdouts se ubica en primer lugar, pero también debe garantizar gobernabilidad en el Congreso y mostrar que puede encaminar las negociaciones paritarias sin desbordes.
«Primero son palabras de amor y después vienen los actos. Las empresas están esperando. Quieren ver cómo Macri resuelve las paritarias, la relación con el Congreso y los fondos buitre. El tema de la deuda parecería que la están cerrando bien», aseguró el economista Dante Sica, de la consultora abeceb.com. Sica agregó que el sector privado «está testeando la gobernabilidad, que Macri les gusta, pero van a esperar a ver cómo resuelve todos estos temas en el primer semestre y a partir del año próximo van a empezar a desembolsar».
Las delegaciones empresarias que llegaron días atrás con el italiano Renzi y Hollande, de Francia, se volvieron a sus países con la sensación de que la Argentina se volvió hoy un destino nuevamente interesante para invertir, mucho más teniendo en cuenta que Brasil está en caída. Pero con la historia que tiene el país, de permanente cambio en las reglas de juego, las empresas quieren asegurarse bien de que la actual gestión será diferente y que el país se encarrillará. «Todo eso no cambia rápido. Las reglas de juego actuales parecen buenas, pero no sé si después todos van a invertir. Lo importante hoy es que se está generando un clima de negocios positivo», manifestó el presidente de la Cámara de Comercio Franco-Argentina, Jean-Edouard De Rochebouët.
Lo mismo había planteado días atrás el CEO de la cámara norteamericana Amcham, Alejandro Díaz, quien enfatizó que si bien se esperan anuncios de inversión para este año, «el grueso de los desembolsos se espera para 2017».
La posibilidad de normalizar el giro de utilidades, además de saldar el stock de dividendos y deuda comercial, es otra de las ventajas que este Gobierno le dio a las empresas. Sin embargo, todavía el permiso es a cuentagotas, ya que la oferta de dólares es todavía muy escasa. La promesa que recibieron los empresarios es que en junio se normalizará la situación y podrán girar los dólares que deseen, pero dependerá del éxito que tenga el Gobierno en la resolución con los holdouts y de cuántas divisas obtengan luego vía colocación de deuda en el exterior. También influirá el ingreso de dólares por la cosecha gruesa a partir del mes próximo, aunque existe mucha cautela en el sector por factores climáticos.
En el caso del sector de hidrocarburos, un reciente informe de la consultora KPMG planteó que el consenso de la industria es que se requiere de «un shock de inversiones productivas para revertir el cuadro de estancamiento» y que, por ello, «las medidas que se tomen desde el Gobierno, en especial aquellas orientadas a alcanzar un acuerdo de precios que permitan mejorar la rentabilidad del sector, serán determinantes para recuperar la confianza perdida y la previsibilidad en un negocio cuyos resultados se ven siempre en el mediano y largo plazo».
El estudio también sugiere que «la explotación de recursos no convencionales aparece como una solución a los problemas de abastecimiento energético», pero al mismo tiempo «las inversiones y costos que deben afrontarse para su extracción son significativamente mayores a las necesarias para la producción de convencionales, por lo que resulta prioritario articular políticas que busquen mejorar el clima de negocios, fomentar las inversiones y contrarrestar los efectos negativos de la caída en los precios internacionales».
En el sector minero, donde también hay mucho por invertir y recientemente fue beneficiado por la eliminación de las retenciones, tampoco prevén desembolsos rápidos.
Fuente: Cronista.com