Luego de la crisis, la maquinaria agrícola va por la revancha
Aunque faltan cerrar los números de 2015, los datos del INDEC son demoledores: las ventas de cosechadoras, tractores, sembradoras y otros implementos agrícolas apenas rozaban las 12 mil unidades el año pasado, contra más de 23.800 de 2013. La falta de rentabilidad que registró la actividad agrícola impactó de lleno en este sector industrial. Se trata de una red de 700 fábricas que arrancaron siendo modestos talleres en pueblos y pequeñas ciudades. La crisis del campo las había puesto en coma, en terapia intensiva.
La resurrección de la maquinaria agrícola es una de las notas destacadas de Expoagro 2016. Aunque los productores todavía no levantaron la soja y no saben a ciencia cierta cuánto dinero les quedará en el bolsillo, en los pabellones de estos fabricantes ayer casi que había que sacar turno para hacer una consulta. “Ya se nota con claridad un cambio de ánimo. Se han realizado algunas ventas y en los próximos días todo va a mejorar”, evaluaba Alberto Gaviglio, de Akron, que en la cordobesa San Francisco mantiene 350 empleados.
“Nosotros estamos radicados en ciudades de 20 o 30 mil habitantes, donde todos se conocen. Nuestra capacidad ociosa creció hasta el 50%, pero todavía así se hizo lo imposible por mantener el personal”, dice el presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), Marcelo Valfiorani, que a la vez dirige Grupo Mega en Lincoln. A la crisis de rentabilidad de los productores que desmoronó el mercado interno se sumó un freno a las exportaciones por el tipo de cambio poco competitivo. Sin contar tractores y cosechadoras, el sector de maquinaria embarcó equipos por solo U$S 110 millones en 2015, cuando había llegado a 250 millones unos pocos años antes.
La inyección de vida que los fabricantes hallaron en esta muestra, la primera tras la quita de retenciones y la devaluación, convenció a la líder mundial en el rubro, John Deere, a duplicar de 6 a 12 el número de modelos de tractores que fabrica en la Argentina. Fernán Zampiero trabaja allí y calificó a esta Expoagro como “un punto de inflexión”. Evalúa que “el productor está pensando hoy cómo levantar la cosecha. Está muy optimista, aunque cauteloso. Nosotros pensamos que el segundo semestre va a ser fuerte” en ventas.
“La clave es el crédito”, dice José María López, de la fabricante de tractores Pauny, con 650 operarios en Las Varillas. Según su visión, los productores compran por necesidad, ya que el parque de maquinaria está obsoleto. “Venimos de tres o cuatro años en que no se cambió nada. Nosotros recibimos para plan canje algunos tractores que ya tienen 50 años”, comentó.
Santiago Radrizzani, de la firma Agrale, coincide en que la rehabilitación de las ventas será paulatina, aunque también nota a los productores mucho más entusiastas. “Todos tienen ganas de dar el saltito. Y esto tiene que ver con que han venido relegando la renovación del parque de maquinaria agrícola”, indicó.
Fuente: iEco Clarin
