La deuda no dejó de crecer y ya representa casi la mitad del PBI
Entre 2010 y 2015 subió US$ 60.000 millones. En diciembre pegó un salto por la salida del cepo y la devaluación.
A diciembre de 2015, y tras la devaluación del peso, la deuda interna y externa del Estado Nacional, en pesos y en moneda extranjera, ascendió a 222.700 millones de dólares, de acuerdo a los datos del Ministerio de Economía.
Esa cifra – que equivale a casi la mitad del PBI– no incluye lo adeudado a los fondos buitres y demás bonistas que no ingresaron a los canjes de deuda ni el saldo que aún se adeuda por el cupón PBI. Si se los incluye, la deuda pública supera los U$S 250.000 millones, lo que representa más del 50% del valor de la economía argentina. Se estima que a fines de 2015, el PBI rondaba los U$S 460.000 millones.
Esta deuda está colocada en bonos, préstamos y otros instrumentos financieros que devengan a lo largo de sus vencimientos intereses por U$S 74.149 millones, más los que surjan de los ajustes del CER para lo adeudado en pesos a ajustables por esa variable..
De los US$ 222.700 millones, el grueso corresponde a bonos. También se adeudan más de U$S 19.000 millones a los organismos internacionales. Y si bien el informe no lo detalla, se estima que más de la mitad corresponde a obligaciones con el Banco Central (por las reservas utilizadas para pagar deuda y por los anticipos al Tesoro), ANSeS y otros organismos públicos. Con estos números, en los últimos 5 años, y tras el canje de 2010, como consecuencia de las devaluaciones del peso, el estancamiento de la economía y el mayor endeudamiento a tasas crecientes, la deuda publica aumentó en casi U$S 60.000 millones y subió del 33,3% a casi el 50% del PBI. Si la comparación se extiende al primer canje (2005) la deuda creció en unos U$S 100.000 millones.
Esta deuda no incluye lo que adeudan las Provincias y tampoco el Banco Central (LEBAC) El 66,9% de la deuda está contraída en moneda extranjera cuando en 2010 representaba el 58,8%. Y con relación a las reservas del Banco Central, esa deuda en moneda extranjera pasó del 185,1% al 582,4%.
El peso de los intereses respecto de los recursos tributarios también aumentó porque subieron del 5,4 al 7,9% y van a seguir en aumento porque las últimas colocaciones se hicieron a tasas muy altas, de más del 8% anual en dólares.
Con relación a fines de 2014, la deuda en dólares se mantuvo casi sin cambios porque a pesar que Cristina Kirchner emitió más deuda, por la devaluación hubo una fuerte licuación de la deuda en pesos. Los mayores afectados fueron el Banco Central – por los anticipos en pesos– y el Fondo de Garantía de la ANSeS que cuenta con un fuerte volumen de bonos en pesos, ajustables por el CER.
Hacia delante, la deuda pública debería seguir aumentando de acuerdo al resultado final del pago a los fondos buitres con deuda y demás bonistas y por la mayor deuda prevista a colocar para financiar el déficit y las necesidades de financiamiento de 2016.
Fuente: iEco.Clarin.com