Resumen y perspectivas de la semana que comienza
Los principales mercados externos volverán a fijar su atención en la agenda económica -con especial foco en USA. En lo local, no hay dudas, que la semana que abrirá en parte desfasada por el feriado del jueves -el viernes no hubo operaciones en la mayoría de los mercados- y enfocado principalmente en las noticias respecto a los holdouts. Por fuera de esto, dólar y tasas de interés serán las otras dos variables claves -como en las últimas semanas-. |
En contraposición, Europa mostró mayoría de rojos. Londres, Alemania, Francia, Italia y España retrocedieron 1.3%, 1%,3%, 2.4% y 2.9%, respectivamente. Mientras que desde Wall Street, el mercado también cerró la semana en baja. El Dow Jones cayó 0.5% hasta los 17.515 puntos, y el S&P 500 y el Nasdaq perdieron 0.7% y 0.5% cada uno, para terminar en 2.035 y 4.773 puntos respectivamente.
Como anticipamos, el petróleo volvió a marcar el ritmo de los mercados durante la semana pasada, donde la volatilidad volvió a estar presente. La falta de noticias y/o medidas puntuales que reflejen -al menos- cierta menor sobreoferta en el mercado, llevaron al petróleo nuevamente a caer por debajo de la barrera de los USD 40.
Por ejemplo, se sumaron la semana que paso datos de inventarios publicados por el Instituto Americano del Petróleo (API por sus siglas en inglés) que mostraron un incremento de 8.8 millones de barriles, muy por encima de los 2.7 millones esperados por los analistas.
La EIA en el mismo sentido también reportó inventarios mayores a las expectativas. De corto, y en este marco, nuevamente la expectativa parece comenzar a centrarse en la reunión del próximo 17 de abril entre la OPEP y no OPEP para acordar finalmente el congelamiento de los niveles de producción; aunque las dudas sobre la efectividad de una decisión de este tipo se mantienen y por momentos, parecen, profundizarse.
En el mercado de monedas, en tanto, el dólar recupero algo del terreno perdido luego de la reunión de la FED y el discurso de Yellen hace dos semanas atrás. Así el DXY volvió a operar por encima de 96, y terminó la semana en 96.1. Mientras que el euro y el yen apoyaron esta tendencia. La moneda común, por ejemplo, que pasó de operar por encima de 1.13 la semana anterior a terminar este viernes por debajo de 1.12 -a 1.117-.
Desde USA, la agenda económica tuvo pocos datos durante la semana. Entre lo más destacado, se conoció el jueves el dato de órdenes de bienes durables que cayó 2.8%, por debajo del 3% de contracción esperado, pero en contraposición a la la suba de 4.2% del mes previo. Sin transporte, mostró una baja de 1% -acá por arriba de lo esperado y revirtiendo la suba pasada-.
Por su parte, el Markit PMI Composite se ubicó en 51.1, por arriba del 50 de febrero. El viernes, en tanto, el dato de PBI anualizado final del IV trimestre terminó reflejando una variación de 1.4%, por arriba del 1% esperado y anunciado en la revisión de semanas atrás. El Consumo personal convalidó la mejora al pasar también del 2% al 2.4%. El índice de precios, en cambio, se mantuvo en 0.9%.
Desde el plano político, continua la carrera electoral de cara a las presidenciales el 8 de noviembre de este año, con resultados la semana que pasó en líneas generales a lo esperado. Por el lado de los republicanos, Donald Trump siguió sumando delegados quedando cada vez mas cerca de conseguir los 1.237 necesarios. Del mismo modo, entre los demócrata, Clinton ganó en algunos estados fortaleciendo su posición contra Sanders.
Pasando al viejo continente, tampoco hubo demasiados datos relevante de la agenda económica; sólo podemos destacar, el dato de confianza de consumidor de Alemania, que mostró un alza terminando con una racha de tres meses consecutivos de bajas.
Mientras que de la región, se destacó el Markit PMI – considerado como un buen indicador de crecimiento-. Este último escaló a 53.7 este mes, desde los 53.0 de febrero, que fue el dato más bajo desde comienzos de 2015, y superando lo esperado por el mercado que apuntaba a 53. Esto en un marco, en donde lo que continúan, son los análisis de los posibles efectos de una salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Por último, desde Asia, Tmbién poco. De Japón se conoció el dato de actividad manufacturera, la cual se contrajo en marzo marcando niveles mínimos de un año, arrastrados por la fuerte caída de las exportaciones a causa del fortalecimiento de su moneda.
El dato no colaboró lógicamente a disipar los temores a que Japón no logre salir de la recesión en la que se encuentra. De hecho, en este punto, lo más destacado fueron las declaraciones del presidente del Banco de Japón que apuntaron a que podrían esperarse nuevas medidas de estímulo con el objetivo de reactivar el crecimiento y la inflación.
Específicamente, apuntó a que la tasa hoy en terreno negativo en -0.1% podría llevarse hasta -0.5%. Mientras que desde China, el Gobierno mostró una nueva señal hacia el sector financiero, cuando el regulador bancario instó a los prestamistas del país a evitar los dividendos extraordinarios y a limitar su exposición a deuda de los gobiernos.
En lo local, el Merval también presentó un balance negativo, tras acumular una caída de 3.2% hasta los 12.499 puntos. El Panel Líder mostró rojos en todos los papeles sin distinción. La mayor pérdida de la semana estuvo a cargo de ERAR que perdió 5.9%, seguida de EDN (-5%), APBR (-4.3%), TRAN (-4%), GGAL (-3.9%), COME (-3.8%), TS (-3.3%), BMA (-3.1%), FRAN (-2.9%) e YPFD (-1%).
Sigue siendo muy acotado el volumen operado en acciones, que esta semana, no logró superar los $180 millones en promedio. En cambio, en los bonos el comportamiento fue mixto. Los cupones atados al crecimiento volvieron a ser quienes lideraron los rojos, mostrando caídas de hasta 3.3%; mientras que también con mayoría de bajas terminaron la semana también los bonos en pesos ajustados por tasas Badlar y Lebac.
No obstante, los bonos emitidos en dólares tanto bajo su cotización en pesos como en dólares, mostraron mayoría de verdes. Algo similar a lo que pasó con los ajustables por CER, en donde por ejemplo el PARP subió 4.5%, y el CUAP se desplomó 4.3%. Por último, tanto los Dollar Linked como los provinciales finalizaron la semana -corta- con mayoría de subas de entre 1% y 2%, y hasta 0.5% respectivamente.
Mucha actividad también se observó en el mercado cambiario, que si bien operó tan sólo tres días, fue uno de los temas de la semana. La cotización minorista del billete terminó el miércoles en $14.7 un 2% menos que el viernes anterior.
Incluso el BCRA 3500 termino por debajo de $14.5, en $14.426, marcando un nuevo mínimo desde febrero. La caída también se vio en los tipos de cambio implícitos en bolsa, el CCL que terminó en $14.55 cayó un 2.3% mientras el MEP que también operó a la baja terminó en $14.46 promedio (-1.6%).
Gran responsabilidad sobre la presión bajista observada en el mercado cambiario la sigue teniendo las altas tasas que sigue convalidando el BCRA en sus licitaciones semanales de letras. La semana que pasó no fue la excepción. Las tasas de corto se mantuvieron así en el 38% -como en las tres últimas colocaciones para la letra de 35 días-, lo que sigue arrojando una curva de rendimientos invertida. La entidad sigue defendiendo su estrategia basado en su objetivo de atacar la inflación.
En lo económico, se conoció que en febrero -aplicando el cambio de metodología que no incluye como ingresos corrientes en el resultado primario los aportes del BCRA y ANSES-, las cuentas consolidadas del Sector Público Nacional no Financiero (SPNnF) registraron un déficit primario sin rentas de la propiedad de $17.377 millones.
Después del pago de intereses, la cifra ascendió a $ 20.536 millones. En el segundo mes del año los ingresos primarios se incrementaron en $ 20.357 millones (25,6% anual), mientras que el gasto primario lo hizo en $ 22.071 millones (23,2%). En el acumulado, el Tesoro anotó un déficit presupuestario primario de $ 17.925 millones, lo que representa una mejora interanual de $ 3.508 millones.
En términos porcentuales, implica una caída de 16,4%, respecto a los $ 21.433 millones registrados en el mismo período del año anterior; ante una tasas de crecimiento de los ingresos del 27.8%, y una del gasto de 22,9% anual. Nivel igualmente de crecimiento que no será sostenible. El financiero, en tanto, fue de $ 22.733 millones, frente a $ 29.856 millones generados en 2015, lo que representa una mejora interanual de $ 7121 millones (24%). Mientras que, en relación a los precios, se destacó el dato del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de San Luis el cual subió un 2,7% en febrero y acumuló un alza del 36,1% en los últimos doce meses.
Apenas conocido el dato sorprendía las diferencias existentes entre este indicador y el de la Ciudad de Buenos Aires conocido previamente (del 4.1%). No obstante, la diferencia esta claro se explicó por la suba de tarifas de luz que tuvieron un fuerte impacto en Capital y Gran Buenos Aires, cuando en San Luis ya se habían ajustado con anterioridad.
Lo que vendrá…
Luego de una semana de cierta corrección, aunque esperable y que no descartamos podría extenderse un poco más sino hay grandes sorpresas, los principales mercados externos volverán a fijar su atención en la agenda económica -con especial foco en USA.
Habrá datos relevantes de actividad -en particular, el reporte de empleo de febrero, donde la atención se centrará en el crecimiento de los salarios como señal de la evolución de la inflación-, y testimonios de varios funcionarios de la FED -incluso el de la presidenta, Janet Yellen, ante el Club de Economía de Nueva York-. Desde ellos, se seguirá intentando anticipar cuando será el primer movimiento al alza de las tasas -de los dos esperados este año-.
Recordemos que hoy las expectativas de corto del organismo sobre las tasas están alineadas con las del mercado. La probabilidad de una suba en abril son bajas, pero a partir de junio esta sube a niveles del 50% o más.
Por fuera de esto, el crudo volverá a ser una de las variables determinantes para el comportamiento de los principales índices, luego de terminar la semana debajo de USD 40.
Seguimos acá pensando, que la corrección debería respetar la zona de USD 38, para mantener habilitada nuevamente los niveles de USD 42.5-42,7. También se mantendrá cierta atención sobre el desarrollo de las primarias -que deberían encontrar una definición en el corto plazo- y también comenzará a cobrar relevancia, para los precios, las expectativas respecto a una nueva temporada de resultados.
En tanto, en Europa la semana será corta -ante los feriados de este lunes por Pascuas- y sólo se destacarán algunos datos de actividad, mientras que en Asia la mirada seguirá puesta (como en las últimas semanas) en la probabilidad de nuevas medidas de estímulo. En Japón habrá varios indicadores importantes, incluía la encuesta trimestral Tankan.
En lo local, no hay dudas, que la semana que abrirá en parte desfasada por el feriado del jueves -el viernes no hubo operaciones en la mayoría de los mercados- y enfocado principalmente en las noticias respecto a los holdouts.
Primero podemos decir se «festejó» una nueva presentación de EE.UU. bajo la figura de Amicus Curiae a favor de Argentina por Preet Bharara, fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York. No es la primera vez que lo hace; lo hizo tiempo atrás ante la Corte Suprema.
En esta presentación se destacó que «si no se anula el pari passu, esto tendría serias consecuencias para la economía argentina y para los intereses de Estados Unidos en la región en general». No obstante, esto quedo atrás el viernes cuando se conoció que la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York convocó la audiencia para el miércoles 13 de abril, rechazando, en principio, el pedido de Argentina de hacerla para la primera semana de abril; en concreto, la Corte la fijó sólo un día antes del deadline determinado en los acuerdos del 14 de abril. Algo que claramente sí podría terminar complicando los plazos pensados, al menos, hasta el miércoles pasado.
Se entiende que el Gobierno -más allá de que siga avanzando en forma paralela con los bancos colocadores (ya contratados) para la emisión de los USD 12000 millones necesarios- debería esperar que la Cámara confirmara el fallo de Griesa a favor de la Argentina y el levantamiento de las cautelares. Incluso, es en base a este nuevo escenario, donde las noticias apuntan a que el Gobierno trabaja en varias alternativas.
Más allá de que se habla de presentar un nuevo escrito en la Cámara para solicitarle una aceleración de los tiempos, también hay algunos medios que hablan de que el Gobierno buscaría igual cumplir con los plazos (siempre que la Corte fallé ese mismo día, lo que le daría una ventana de horas para pagar, si la colocación esta lógicamente arreglada) o bien -otra posibilidad – es que NML y los otros fondos, accedan a postergar esa fecha. El tema acá sería los intereses aplicables ante una posible renegociación de las fechas, que igual se entiende no sería de muchos días.
De hecho en el frente interno, en cambio, no parece haber cambiado la visión en estos días aunque de seguro el cambio de fechas será un tema de debate en el Senado -en donde, en principio, se debería estar el miércoles aprobando el proyecto de «Ley de la normalización de la deuda pública y recuperación del crédito». Acá la llave se mantiene en Pichetto y otros senadores del FPV que accederían a dar quorum y apoyó al oficialismo.
Una vez salvado este punto, la principal discusión se mantendría no tanto en la demanda, que se descuenta estaría, sino la tasa exigida para esa demanda. Las últimas colocaciones -privadas y provinciales- sirvieron para tantear el mercado, aunque es claro que Argentina deberá buscar cerca de cinco veces mas lo sumado por estas emisiones.
Es real, también que las tasas a las que se colocaron fueron levemente por arriba de las de mercado, por ende es justamente allí donde se deberá mirar. Entendemos que una buena colocación, a 10 años, debería estar entre el 8-8.5% anual (más cerca incluso de ese piso, que del techo).
Por fuera de esto, dólar y tasas de interés serán las otras dos variables claves -como en las últimas semanas-. El BCRA mantuvo la tasa corta en el 38% en las últimas tres licitaciones semanales. ¿Las podrá bajar en el corto plazo? Entendemos que sí, aunque creemos que antes se garantizará que no generará presión -al menos mayor a la deseada sobre el TC como ya le ha pasado hace no mucho tiemo-.
Por ende, podremos ver alguna caída marginal, pero los niveles altos podrán mantenerse por unas semanas más. Una coyuntura que nos lleva lógicamente a seguir recomendando las posiciones en pesos a estas tasas en el corto plazo; en la lista de activos posibles, para aprovechar este marco, encontramos las Lebacs, o bonos y Fideicomisos Financieros.
No obstante, es real que más allá de las tasas, sobre el billete juegan -y jugarán- las expectativas de mayores ingresos de dólares en las próximas semanas; dos serían básicamente los orígenes: el agro -lógico comienza la temporada de liquidación de exportaciones, en donde ya se habla de un acuerdo con el Gobierno, de una oferta de unos USD 7000 millones entre abril y mayo-, y el sector financiero.
En este sentido, hablamos no sólo de posibles mayores inversiones si se acuerda con los holdouts -es conocido el mayor peso que Argentina podría ganar en las carteras de inversores externos-, sino también apuntamos a las colocaciones de deuda en espera de provincias y empresas.
Ahora bien, de este escenario, se desprenden varias preguntas. Una, es cierta inquietud de cuál será el rol del Banco Central en este contexto ante una posible mayor presión bajista sobre el dólar; y dos, justamente, cuál sería un valor atractivo para que los inversores vuelvan a ver el billete como una opción.
Creemos sobre este último punto, que debajo de $ 14,5 comienzan a aparecer compradores, mientras que techo -al menos para el corto plazo- debería estar en $ 15.5. Las opciones acá siguen apuntando a los Dollar Linked para las posiciones cortas, y a los títulos largos de la curva de dólares que deberían además beneficiarse de una caída del riesgo país en los próximos meses en un país más normalizado financieramente.