¿Bajaron los impuestos? Sí, para las pymes
El viernes estuve en Mar del Plata con Carolina Castellani, fundadora de RedOx, una pequeña empresa que recubre piezas metálicas con tratamientos para prolongar su vida útil. Hoy tiene cuatro empleados, pero su idea es tan valiosa que ya recibió ofertas de multinacionales para comprarle la empresa. Carolina decidió confiar. RedOx recibió el Primer Crédito PyMe que otorga el BICE por un monto de 1.3 millones de pesos. Se ampliará a 12 trabajadores y mudará su taller.
A partir de esta semana, Carolina tiene más buenas noticias. El IVA que facturó este mes, va a poder pagarlo en enero de 2017. El impuesto al cheque lo va a poder compensar totalmente de ganancias. Y no va a tener que pagar el impuesto a la ganancia mínima presunta.
En la última década, el Estado se dedicó a golpear la vida de las pequeñas y medianas empresas. Maraña burocrática, incertidumbre económica, persecución fiscal y ausencia de crédito hicieron un cóctel mortal para 8.500 PyMEs que desaparecieron en cuatro años. Entre 2012 y 2015 la tasa de crecimiento de las PyMEs fue negativa.
Es tiempo de actuar de otra manera. Los argentinos elegimos trabajar juntos para construir un país con Pobreza Cero. El empleo es el camino y las PyMEs son las grandes creadoras de trabajo.
Cuando asumimos en diciembre fueron los pequeños y medianos empresarios quienes nos presentaron sus problemas: falta de crédito, presión tributaria e inflación. En todo, el Estado era responsable.
Sabíamos que la inflación no era culpa de los comerciantes ni de los productores de alimentos, sino de un Estado que gastaba con irresponsabilidad. Con cuidado, lo estamos resolviendo, despejando una de las variables de mayor incertidumbre para las PyMEs.
Algo similar ocurría con el crédito. Una economía caótica, con cepo e inflación, destruía la posibilidad de financiar el crecimiento. Dimos el primer paso aumentando el cupo que deben destinar los bancos a las PyMEs de 14 a 15,5%. Hoy, el Banco Nación lidera el cambio de tendencia para financiar el crecimiento PyME. Sabemos que a partir de la normalización económica los bancos comienzan a competir para prestarles y ser socias de su crecimiento.
Bajar la presión tributaria a muchos les parecía imposible. Esta semana se hizo realidad, por primera vez en la historia: las PyMEs no pagarán más el impuesto a la ganancia mínima presunta, podrán descontar el impuesto al cheque de ganancias y tendrán 90 días para liquidar el IVA. Además, las PyMEs que inviertan podrán deducir sus inversiones de ganancias y recibirán bonos fiscales si al cierre del ejercicio les quedó IVA de inversiones sin compensar. ¿Un Estado que baja impuestos? Sí, para las PyMEs.
2016 ha sido un año de transición. La normalización de la economía impactó en los niveles de consumo y actividad. Evitamos un derrumbe económico, y la confianza de empresarios y consumidores hacia 2017 es amplia. La inversión extranjera directa aumentó 80% respecto al año pasado, es una base para el arranque económico que se viene.
Ahora, es tiempo de trabajar en la nueva agenda PyME, pilar fundamental del Plan Productivo Nacional. En primer lugar, combatir la informalidad. Una economía con 32% de trabajo en negro no es sustentable. Reduciremos la informalidad con un Estado que baja impuestos y facilita los trámites y empresarios PyMEs que se comprometen a crecer.
En la economía del conocimiento y la innovación, las PyMEs argentinas tienen toda la capacidad para dar el salto. Son dinámicas, ágiles y con una extraordinaria capacidad para adaptarse a las nuevas demandas. Toda su capacidad de innovación debe orientarse a sus clientes, a los consumidores y a la mejora competitiva en procesos y productos.
Será la verdadera revolución de las PyMEs. Serán motor de desarrollo y generadoras de empleo de calidad para todos los argentinos.
FUENTE: Ieco
