Casi todos los sectores crecen, según el monitor de Producción.
Lo que falta depende del acceso al crédito, estiman.
l rumor corrió con fuerza. ¿Se va Federico Sturzenegger?, «Está más firme que nunca», respondió. La gran batalla con algunos de sus pares en el gabinete es por el alto nivel de la tasa de referencia impuesta por la entidad para bajar la inflación y el impacto que esa herramienta tiene en la economía real.
Algo de esta controversia lo dejó ayer elípticamente al descubierto Lucio Castro, secretario de Transformación Productiva. «Los sectores que todavía no despegaron dependen del comportamiento del consumo, del acceso al financiamiento y de alcanzar una mayor competitividad», indicó el hombre del ministro de Producción, pese a que de esa cartera depende el BICE, entidad que impulsa ese acceso a mejores tasas. En esta crítica, el ministerio que conduce Francisco Cabrera tiene un fuerte aliado en Hacienda.
Para mejorar la competitividad, Castro afirmó que serán fundamentales las reformas laboral, que el Gobierno pateó para el año próximo, y la tributaria, que se discute en el Congreso. «Tendrán un rol clave, especialmente para los sectores intensivos en mano de obra», justamente aquellos que aún remontan la pendiente.
En su monitor de la economía real de diciembre, el Ministerio de Producción estimó que entre enero y noviembre el indicador cayó 1% anual. Sin embargo, los datos afirman que en el último mes del año se dio un crecimiento del 4%. Ayer, el Indec informó que las ventas en supermercados mostraron una caída del 0,1% en octubre, las realizadas en los centros de compra tuvieron un crecimiento del 4,9% y las ventas de electrodomésticos tuvieron un incremento del 29,1% medidas a precios corrientes (por arriba de la inflación).
Salvo por químicos y textiles y las luces amarillas en alimentos e inflación, todos los demás rubros que mide el monitor (servicios, agro, industria y construcción) crecen, algo que el Gobierno cree que se sostendrá en 2018. Para los sectores que aún sufren se precisarán más consumo, reformas y tasas más bajas, según Producción.
FUENTE: La Nación