A exportar: pymes lácteas desarrollaron una marca propia y apuntarán a EE.UU., Brasil, Chile y Perú
Se trata de Argendary, que firmas de Apymel están desarrollando; se abren oportunidades con el regreso de la Argentina al Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) para el mercado norteamericano.
CÓRDOBA – En la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel) registraron la marca Argendairy, que están desarrollando y en la que participarán distintas compañías para mejorar costos y ganar o consolidar mercados.
Una oportunidad de ampliar la demanda se presenta por el regreso de la Argentina al sistema de preferencias de los Estados Unidos, que beneficia a 500 productos, entre ellos los quesos.
Hasta ahora los quesos argentinos tenían un cupo de 6 toneladas con aranceles preferenciales para exportar a los Estados Unidos. Con el reingreso al Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) son 8000 toneladas. «Se amplían las posibilidades y eso siempre es bueno; hay algunas pocas pymes productoras que envían quesos duros», dijo Javier Baudino, de Apymel.
Con Argendairy, la asociación, que reúne a 160 empresas que procesan unos 5 millones de litros de leche diarios, apuesta a consolidar la exportación de productos lácteos. «Armar un container con quesos, dulce de leche y algunos otros productos y ganar competitividad de esa manera», dijo el integrante de Apymel.
La marca ya tiene historia porque hace varios años la empezó a desarrollar un cluster en la provincia de Buenos Aires, pero después no avanzó. El objetivo ahora es que se integren empresas de todo el país, no habrá condiciones respecto del tamaño, pero sí de cumplimiento de los requisitos legales, como las normativas del Código Alimentario Argentino y las especificaciones del Senasa.
Baudino describió que apuntarán, además de los Estados Unidos, básicamente a Brasil, Chile y, en menor medida, a Perú. «Son mercados interesantes con precios que pueden convenir», expresó.
Los productos con mejores chances de exportación son los quesos duros (los blandos tienen más exigencias de conservación y logística) y el dulce de leche. En tanto, en el país hay muy pocas pymes productoras de manteca y se concentran en el mercado interno.
Espacio en las góndolas
El mapa argentino de productores de lácteos está controlado en alrededor del 60% por tres empresas que procesan entre 1,5 millones y cuatro millones de litros de leche por día. Siete gestionan entre 500.000 y un millón de litros y el 25% son medianas a grandes. El resto (entre 10% y 15%) son pymes.
Baudino describió que, por los problemas que afronta, Sancor dejó espacios en las góndolas que permitió crecer a varias pymes del interior, en especial en el rubro de quesos duros. «No hablamos de reemplazar porque son tamaños muy diferentes y carteras de productos distintas, pero hay firmas que alcanzaron una relevancia importante», indicó.
Describió que los quesos duros de las pymes tienen nichos de mercado pero los seis meses de maduración que requieren se financian con fondos propios y eso suele ser un problema para algunas firmas.
«Las exportaciones de lácteos argentinos -agregó- son excedentes que se envían para sostener el mercado interno. Con una rentabilidad aceptable podremos seguir evolucionando porque hoy hay más volumen de producción que de consumo, lo que generó un 20% de pérdida de precio en fábrica y provocó quebrantos», explicó.
Como ejemplo, apuntó que la tonelada de leche en polvo bajó de US$ 3500 a US$ 2800. «Los precios caen en dólares y nuestros costos internos suben en dólares, a lo que se agrega un tipo de cambio poco competitivo», señaló.
FUENTE: La Nación