Las pymes ganadoras y perdedoras de 2017
En una economía aún en vías de recuperación, la pequeña y mediana industria enfocada en el mercado doméstico registra números rojos. Cuáles son los rubros más perjudicados y que se espera para el próximo año.
El economista especializado en el segmento pyme, Marcos Cohen Arazi, asegura que la evolución de la industria está fragmentada en dos: mientras que las firmas ligadas al agro y los sectores transables están creciendo, aquellas que dependen del consumo interno siguen con caídas en sus ventas. “Gran parte de los sectores pyme disminuyeron sus ventas fruto de la caída de la capacidad adquisitiva”, argumenta en un mano a mano con Pyme.
En cuanto a las proyecciones para 2018, el especialista considera que las pymes relacionadas con el agro, la minería y las energías continuarán evolucionando. “Se han planteado muchas medidas para estimular estas producciones”, aclara. Para el economista, recién el año que viene repuntaría la industria centrada en los mercados domésticos.
¿Cómo fue la evolución del segmento pyme entre 2015 y la actualidad?
La evolución ha sido muy heterogénea según el sector que se trate. Muchos sectores pyme disminuyeron sus ventas fruto de la caída en la capacidad adquisitiva de salarios, teniendo en cuenta el impacto de la importante aceleración de la inflación en 2016 y un leve dinamismo en la primera parte de 2017, que no se difundió a las empresas de menor envergadura. Mientras el conjunto de la economía ya comienza a mostrar cifras positivas en diversos sectores, muchos segmentos pyme aún están esperando la ansiada recuperación.
¿Qué sectores?
Entre los comercios minoristas medianos, las principales ramas acumulan una caída de 10% entre 2015 y lo que va de 2017. Entre los que venden durables, aún se observan registros muy preocupantes, el caso de electrodomésticos (-17%) se ubica en el extremo, donde los comercios convencionales, además, se ven afectados por el auge de nuevos canales de venta. En el otro extremo, la venta de alimentos y bebidas en pymes minoristas se ubica solo 3% por debajo de los niveles de 2015, lo que ofrece un notorio contraste.
Las pequeñas y medianas industrias en su conjunto acumulan una caída cercana al 8% desde el 2015, con el agravante que llevan al menos seis años de caída. La actividad de servicios turísticos domésticos, identificada a través de las estadías en hoteles, se ubica en una situación de actividad muy similar a la de 2015, aunque con un volumen económico relativamente menor.
¿Cuáles fueron los sectores pyme que se vieron más beneficiados por las políticas de esta administración?
Existen sectores en los que el repunte ya resulta notorio, aunque reflejan solo una parte del entramado de pymes de la Argentina. Por caso, las ventas de sembradoras e implementos agrícolas, entre las que se cuentan mayoritariamente empresas pequeñas y medianas, entre 2015 y 2017 acumula un incremento del 84% en las unidades vendidas. Claro, en 2015 este sector tenía un nivel de ventas 60% inferior a sus máximos históricos y aún tiene espacio para seguir creciendo y recuperar terreno perdido.
“Mientras el conjunto de la economía ya comienza a mostrar cifras positivas en diversos sectores, muchos segmentos pyme aún están esperando la ansiada recuperación”.
Como esta actividad, otras vinculadas a la mejora de la rentabilidad agrícola (quita de retenciones, suba del tipo de cambio oficial) comienzan a impactar, y se reflejan fuertemente en el tejido productivo de la ciudades que están más ligadas a esas producciones y menos en las grandes urbes. La actividad de las pymes constructoras también está entre las que muestran un repunte en 2017 (6,7%), y con ello casi alcanza a compensar la merma de 2016, cuando tanto la obra pública como la privada tuvieron un freno significativo, revertido en la primera parte de este año. Las mayores dificultades, por su parte, se encuentran en segmentos industriales muy expuestos por problemas de competitividad, como textiles, prendas de vestir, calzado, productos derivados del plástico y la madera.
¿Cómo viene impactando la aplicación de la batería de leyes en las pymes? Generalmente, son procesos que tardan en hacerse notar en la economía real.
Debe tenerse presente que se hicieron ajustes importantes en materia de tarifas en 2016, algo que perjudica el balance de las pymes fuertemente y luego, con ese marco y simultáneamente, se establecieron medidas de mediano y largo plazo para mejorar el desempeño de este segmento de firmas. Con escaso margen fiscal, la Ley Pyme terminó teniendo un impacto moderado, siendo muchos de sus beneficios aplicables solo a micro y pequeñas empresas. Estos beneficios, de carácter tributario, alcanzan a las empresas formales y es muy positivo en vistas de la elevada presión impositiva existente, pero no permiten paliar los magros niveles de actividad en algunos sectores. También es oportuno señalar que las empresas no siempre aprovechan la oferta de programas disponibles, pese a los esfuerzos de difusión que se realizan.
¿Qué perspectivas económicas se proyectan para la pequeña y mediana industria en 2018?
Los sectores que ya están repuntando, vinculados a producciones de bienes transables, tienen argumentos para continuar en esta senda, ya que se han planteado muchas medidas para estimular estas producciones (agro, minería, energía) y las pymes pueden encontrar conveniente buscar oportunidades de negocios mirando a esos sectores dinámicos un poco más que en años previos. Los sectores enfocados en atender mercados domésticos podrían beneficiarse, ya en el año próximo, de un contexto económico más estable que en estos últimos dos años, aunque el crecimiento económico general será moderado.
FUENTE: Cronista