El 21% de las pymes industriales perdió mercado por culpa de importaciones
Un informe reciente de la entidad también reveló que el 39% de las firmas se siente amenazada por los productos del exterior. Buena performance exportadora.
La mejora de competitividad generada el año pasado tras la devaluación permitió a las pymes industriales frenar la caída exportadora y su grado de apertura comercial. Pero la suba del tipo de cambio no fue suficiente para disminuir la presión de las importaciones en el mercado interno de las pequeñas y medianas empresas. De acuerdo con un estudio realizado por la Fundación Observatorio Pyme (FOP), durante 2016 aumentó 44% la proporción de firmas que declararon sentirse amenazadas por los productos importados (creció de 27% al 39%), en tanto creció de 13% a 21% la cantidad de pymes que experimentó una caída en la participación en el mercado interno.
Según el documento, a pesar de que el año pasado los productos nacionales fabricados por la pymes industriales se abarataron en términos relativos a los de las manufacturas importadas competidoras (porque los precios de los productos locales subieron menos que la devaluación), las empresas igualmente perdieron share.
La explicación que brinda el estudio radica en que durante 2016 la producción de las pymes disminuyó un 8% muy sensibles a la caída del PBI, pero la importación de bienes importados no lo hizo en la misma magnitud.
Es por eso que los productos comprados en el exterior hoy ocupan una porción más importante de mercado interno que en 2015. «No existe una invasión de importaciones, pero sí una mayor presencia de las mismas en el mercado argentino», sostiene la FOP en el informe.
Varios sectores industriales se quejan del aumento de las importaciones, que les han quitado mercado en un contexto recesivo. Los rubros sensibles, fundamentalmente. Si bien el estudio de la fundación remarca la mejora relativa en favor de la producción nacional, los precios de los productos importados igualmente terminan resultando más baratos. Con los meses de dólar planchado y costos internos que siguen en alza, resulta aún más conveniente. Además, sostuvo Vicente Donato, de la Fundación, «a mismo precio, se prioriza lo importado».
La tendencia que comenzó en 2016 siguió acentuándose durante el primer trimestre de este año. Datos del Indec reflejan que entre enero y marzo las importaciones en volumen crecieron 3,5%. Si se desagrega ese número, se observa que las compras de autos aumentaron 43,9% y los bienes de consumo, 17,9%. Los bienes de capital, en tanto, treparon 9,6% en el trimestre.
De acuerdo con números recabados por la consultora Radar, en lo que respecta a bienes de consumo, en el período se dispararon las importaciones de productos textiles (43%); calzado (54%) y marroquinería (200%). Entre los de consumo durable, se destacan las subas de heladeras (43%) y lavarropas, que según la firma en el primer trimestre ya ingresó el 50% de todo lo importado en 2016.
Mejora exportadora
Si bien las pymes industriales perdieron participación de mercado a manos de los productos importados, mejoraron su performance exportadora el año pasado. Según el informe de la FOP, en 2016 la rentabilidad de las exportaciones de las pymes aumentó 17%, lo que explica que el núcleo duro de las firmas que venden al exterior haya dejado de caer desde 2009 y se haya estabilizado en 12,5% y la apertura exportadora en 14%.
«La observación que más impresiona es la caída generalizada tanto de las cantidad de pymes exportadoras como de la participación de las exportaciones en las ventas totales de dichas empresas (apertura exportadora)», plantea el informe.
De todos modos, destaca la mejora en la performance durante el 2016 producto, básicamente, de la salida del cepo y la devaluación. La mejora de la competitividad internacional de las pymes industriales radicó en que mientras que la depreciación del peso se aceleró 32 puntos porcentuales con respecto a la registrada en 2015 (52% versus 20%), las firmas sólo aceleraron sus precios internos en 8 puntos (31% contra 23%). Además, los precios de exportación de sus productos se incrementaron 1,5% en dólares. Ello generó un abaratamiento de las manufacturas nacionales para el resto del mundo. Sin embargo, la FOP aclaró que «la ventaja lograda con la devaluación no podrá ser sostenible si no se acompaña con una adecuada política industrial y comercial, dado que su efecto por sí solo es transitorio».
FUENTE: Cronista