Guerra comercial por la siderurgia
Las empresas de acero de América latina pidieron a los gobiernos de la región que no reconozcan a China como economía de mercado.
La producción siderúrgica china representa el 50 por ciento del total mundial, y ese peso relativo es gravitante para el mercado.
Las principales asociaciones de empresas siderúrgicas latinoamericanas emitieron una carta abierta dirigida a los Jefes de Estado y Gobiernos de la región en la que solicitan que no otorguen a China el reconocimiento de economía de mercado, al transmitir la difícil situación que atraviesa la industria y el riesgo que corre el trabajo de 4 millones de familias.
El escrito difundido en la reunión de ministros y presidentes en la ciudad colombiana de Cartagena, en víspera de la XXV Cumbre Iberoamericana, hace un llamado de atención para transmitir «con sentido de urgencia la difícil situación» que atraviesa la industria. La problemática se origina en la producción siderúrgica de China, que representa el 50 por ciento del total mundial.
«En defensa del empleo latinoamericano, solicitamos a nuestros gobiernos no otorgar a China el reconocimiento de economía de mercado», enfatizó la industria del acero en el documento al asegurar que el sector puede «crecer, competir, ser sustentable y continuar siendo una fuente de trabajo con reglas justas, claras y de aplicación a todas las empresas siderúrgicas a nivel mundial».
Este desequilibrio es generado por «sus empresas propiedad del Estado chino, su estructura de subsidios, su capacidad productiva que supera por mucho su demanda interna, sus pérdidas financieras crecientes y su conducta comercial desleal que no se ajusta a las reglas internacionales de comercio. En síntesis, China exporta desempleo».
La industria reunida durante la semana en su congreso de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero 57), en la ciudad de Río de Janeiro, donde fustigó la posición china mediante «sus empresas propiedad del Estado, su estructura de subsidios, su capacidad productiva que supera por mucho su demanda interna, sus pérdidas financieras crecientes y su conducta comercial desleal que no se ajusta a las reglas internacionales de comercio».
Exportar desempleo
En ese sentido, las empresas siderúrgicas de la región aseveraron que «China exporta desempleo», lo que consideran es «es una realidad reconocida por la Declaración de Líderes del G-20, que manifestó que los subsidios y la intervención directa de los gobiernos causan distorsiones en el mercado generando una sobrecapacidad con efectos negativos en el comercio y los trabajadores».
Esa declaración del G-20 suscrita por varios de los países de la región en septiembre propone el establecimiento de un Foro Global para enfrentar esta problemática.
Frente a esta situación, la industria siderúrgica latinoamericana declaró en su documento que » China no respeta las reglas internacionales de comercio en el sector del acero» y que «sus prácticas de comercio desleal han sido penalizadas con más de 280 medidas antidumping aplicadas por los países miembros de la OMC».
Economía de mercado
También destacan que «las empresas propiedad del Estado chino deben actuar bajo criterios comerciales y de mercado equivalentes a las empresas latinoamericanas» aunque por el contrario «reciben múltiples subsidios y apoyos financieros ilimitados» lo que genera un alto nivel de «exportaciones de productos chinos con alto contenido de acero están afectando a la industria metalmecánica regional.
«Las empresas privadas siderúrgicas y metalmecánicas no pueden competir contra el gobierno chino, porque China no es una economía de mercado», fustigaron los representantes de las entidades del acero al hacer un llamado a los gobierno para defender sus industrias de lo que consideran son «prácticas de comercio desleal».
Entre las medidas reclamadas por la industria regional se mencionaron en el documento la necesidad de garantizar un campo de competencia parejo frente a China, reforzar los instrumentos de defensa comercial para adecuarlos a las nuevas realidades comerciales, tener una estrategia integral frente al reto de China, y garantizar una operación aduanera eficiente y efectiva.
También es requisito para el sector aplicar la diplomacia comercial para lograr que China transparente sus costos reales de producción y reduzca su sobrecapacidad de forma significativa y real, así como defender la cadena de valor metalmecánica, particularmente a las pequeñas y medianas empresas generadoras de empleo intensivo.
En Argentina, el presidente de Grupo Techint, Paolo Rocca, reclamó en distintas oportunidades este año que el gobierno argentino se mantenga en un marco continental de no reconocer a China como una economía de mercado, al cuestionar las «distorsiones, subsidios e intervención del Estado que crean un plano inclinado» que hace a la industria local muy difícil competir con aquel país.
En septiembre, nueve corporaciones siderúrgicas de América y Europa reivindicaron las medidas acordadas el fin de semana por los líderes del G-20 para monitorear la producción mundial del acero, pero instaron a los gobiernos a tomar medidas para reducir el exceso de capacidad, y terminar con los subsidios y las políticas que distorsionan el mercado.
FUENTE: La Capital