La UIA reiteró preocupación por problemas de acceso al crédito para pymes industriales
La Unión Industrial Argentina (UIA) reiteró su preocupación sobre las dificultades que registran las micro, pequeñas y medianas empresas para acceder al financiamiento y advirtió que las dos principales líneas oficiales de crédito dejarán de estar vigentes en 2018.
Así se desprende de un informe elaborado por el Departamento Pymi de la UIA en el que se destacó que el crédito al sector privado «está estancado desde comienzos de la década», y que mientras el financiamiento a las pymes locales equivale al 3% del PBI de la Argentina, en Chile es el 20%, en Colombia de 23,3% y en México de 8,1%.
El informe fue presentado esta tarde durante la reunión de Junta Directiva de la UIA en la que también se analizó el impacto que el nuevo cuadro tarifario de servicios energéticos tiene en la demanda industrial, especialmente en el sector pyme, donde la reducción de subsidios tiene como contrapartida el incremento acelerado del costo tanto de gas como electricidad.
«La ecuación coloca a los industriales argentinos por encima de los cuadros tarifarios vigentes en los principales socios comerciales», dijeron en el encuentro, por lo que explicitaron la necesidad de manera «prioritaria» de tener un plan energético «previsible, equilibrado y sustentable, para la oferta como para la demanda».
Los miembros de la Junta volvieron a abordar la difícil coyuntura de ramas intensivas en trabajo (textil, confecciones y calzado, entre otros), para las cuales se señaló necesario implementar un conjunto de medidas que dinamicen la actividad y que esperan sean abordadas en las mesas sectoriales que se están integrando en diálogo con el Gobierno nacional.
En lo que respecta, a las dificultades de financiamiento, la UIA aseguró que Argentina cuenta con «uno de los sistemas financieros menos profundos de América Latina».
Los representantes regionales y sectoriales plantearon que, si bien el crédito a las pymes aumentó en términos reales durante 2017, los dos principales instrumentos de financiamiento (la línea de crédito productivo y el régimen de bonificación de tasas) serán eliminados a lo largo de 2018.
El informe del Departamento Pymi planteó que el crédito al sector privado no financiero en Argentina es menor al 16% del PBI, mientras que en la región hay más crédito a las empresas y a las personas que en el país al citar que en Chile es del 111% del PBI, en Colombia 47% y México 33%.
Los industriales, además, plantearon preocupación respecto a que el crédito a las pymes en Argentina está concentrado en 2 instrumentos, el principal de los cuales (51,9%) es la Línea Financiamiento para la Producción y la Inclusión Financiera (ex LCIP) del Banco Central, que la entidad anunció que desde 2018 progresivamente se irá desarmando.
El segundo instrumento más importante (25,8%) es el régimen de Bonificación de Tasas del Ministerio de Producción por el cual se subsidia entre 4 y 6 puntos porcentuales de la tasa de interés, y que en 2017 se otorgaron subsidios por $ 4.000 millones sobre $ 80.000 millones.
Con esta herramienta, se beneficiaron unas 673 empresas industriales, la mayoría de las cuales son pequeñas que facturan menos de $ 64 millones anuales, seguidas por las Mediana Tramo, 1 con ventas hasta $ 520 millones anuales, y las microempresas con ingresos menores a los $ 10,5 millones al año.
Además de la magnitud del financiamiento, la UIA llamó la atención respecto a que el crédito en el mercado local «es escaso, está concentrado en los grandes establecimientos y también en los grandes centros urbanos».
En ese sentido, planteó que el 33% de los fondos fueron para empresas radicadas en la provincia de Buenos Aires, el 23% para firmas de la Ciudad de Buenos Aires, mientras que los distritos de Santa Cruz, Formosa, La Pampa y Jujuy fueron los que tuvieron menos beneficios.
Por último, la Junta Directiva de la UIA destacó el trabajo que se está llevando adelante junto al Gobierno para promover otros instrumentos de financiamiento como la emisión de obligaciones negociables y el leasing, pero se postuló la necesidad de prolongar la vigencia de las herramientas de financiamiento productivo tradicionales.
FUENTE: Ámbito